martes, 17 de noviembre de 2009

0º. Esto SÍ es real...


...
No pensé desde un principio en narrar esta tercera parte, pues creo que hubo suficiente con las pasadas. Pero es que realmente, esta Autobiografía nunca tendrá fin.
No pensé escribirla pues no pensé en este fin, no pensé en las palabras dichas, no pensé en que los recuerdos me harían llorar por haberlos abandonados, no pensé que volvería a estar sola de nuevo, no pensé... que él dejaría de aullar.

Está todo muy cambiado. En este momento, me encuentro a oscuras. El cielo está oscuro; no hay ninguna luz. Mejor así. Las tumbas yacen rotas y sus ángeles siguen rodando por aquí, ¿recuerdas cuando te hablaba de ellos? ¿Recuerdas cómo no comprendían nada? ¿Cuando simplemente querían saber... así sin más?

Quiero que oigas algo. Este cielo de mierda, cómo aún recuerdo que decían los mortales... está completamente destrozado. Si giro mi cabeza hacia mi derecha... solo veo tumbas; tumbas destrozadas y otras más tras el arco para pasar a la otra parte del cielo. Si miro hacia mi izquierda... veo criptas agrietadas con el templo de fondo. Supongo... que este se encuentra en buen estado. Pero solo lo supongo... no debo dejar que se venga abajo.
Y si me tumbo, y miro hacia arriba... lo veo todo oscuro. Parece que estas encerrada en un lugar donde no puede salir, y es mucho peor porque sabes que del lugar que no puedes salir es de ti misma. Esa oscuridad te hace recordar lo que esta pasando, y se apodera de ti ese escalofrio que te recorre el cuerpo entero y se te queda finalmente clavado en el corazón, y los ojos reaccionan... te estremeces cada vez más a cada recuerdo que recuerdas y los ojos lloran cuando llegas a lo que esta sucediendo y echas de menos lo que nunca pasó...
Esa oscuridad te hace sentir culpable, te hace sentir la más miserable del cielo entero, y solo piensas en quitar de una patada la tapa de alguna tumba, y encerrarte ahí para no salir. Pero no, porque el estar ahí encerrada... hace que pienses en tu inmortalidad. Y cómo deseas tener la capacidad de morir entonces...

No sé ahora, donde pisar. En cada rincón... le recuerdo, y en cada rincón que piso, me encuentro algo de él, o a él...
Nadie tiene idea de cómo me siento y pienso de verdad. Si acaso la música de acá me consolará... aunque pueda imaginarme y acordarme cuando estabas aquí, como estarías ahora mismo.

Y ahora siento el cristal frío en mi espalda y mis manos mientras me dejo caer...
estoy segura que el dolor que pueda causar ese cristal, no es nada...
Se me pierde la mirada cuando imagino en mi mente a Daron con ella. Es todo tan...¿irreal?
¿Es todo esto un sueño? ¿Verdaderamente ya dejó de amarme?
Supongo que fue así, y no es un sueño... aquí no se puede soñar, aquí NO SE PUEDE soñar. Aquí todo es real...
¿te acuerdas, Lizia?

"-Pero... esto es el cielo, todo eS posible."

Ella, simplemente es lo más grande. Por fin, todo vuelve a ser todo como antes entre nosotras dos. Pero hay una diferencia: ¿que somos ahora, después de tanto tiempo? ¿Yo sigo siendo un fantasma? ¿Tu sigues siendo una ninfa? (para mí lo seguirá)
Y ahora la pregunta es, ¿que somos? ¿Tienes respuesta?

Creo... que debe haber algun lugar en este cielo que este lejos de todo esto. Un lugar donde no haya... no aire, ni veneno, ni lobos... tiene que haberlo.
Daron no volverá; creo que debería dejar de hacerlo algo irreal. Aunque sienta como si me muriera.
Lo hay, lo hay, lo hay, lo hay...
¿Y porqué sigo aún esperando?...