viernes, 18 de diciembre de 2009

18. Juego de oscura pasión.




Parecía que el viento acompañaba. Hacía un recorrido hasta dónde nos encontrabamos todos, como guiando a algo o alguien.
Mientras lo notaba, en mi cabeza aparecían mil imagenes, fusionadas unas con otras... recuerdos que aparecían y se amontonaban unos con otros, creando una mezcla tan dolorosa e insoportable que era inevitable llevarse las manos a la cabeza y querer desaparecer...
"Daron y ella; verme a mi misma tirada en el suelo; lágrimas; sus gruñidos; Te Quieros para ella; sangre."

Notaba el frío marmol en mi rodillas, y ya, con mi manos tapandome la cara en lugar de tenerlas en mi cabeza tratando de quitar esos recuerdos, gritaba; no sabía si murmuraba o gritaba. Y quizás demás, dijera cosas sin sentido... era muy probable. Me retorcía por culpa de los recuerdos, y notaba como caían por mi cara lágrimas, que se deslizaban por mis manos y finalmente veía como caían en el marmol de la tumba y la encharcaban. Recuerdo que me empezó a doler dentro del corazón, y por acto reflejo, mis manos se encontraban apretandolo y yo miraba hacia arriba sin mirar, mientras seguían cayendo lágrimas. Me apretaba cada vez más el pecho, intentando alejar ese dolor tan insoportable que sentí de golpe. Fue entonces cuando grité y vi caer de nuevo mis lágrimas... de color rojo esta vez.



Le vi entonces. Vi como se acercaba a dónde yo me encontraba, y no iba sólo... sino con ella. El dolor en el pecho se hizo más punzante, y por un momento creía que iba a morir otra vez. Salté de la tumba entonces, y empezé a correr, buscando a Liah. Empezé a correr rapidísimo, saltando tumba tras otra, mientras miraba hacia todos lados buscando desesperadamente a Liah, y la encontré al fin. Sabía que la encontraría.
Llegé a dónde se encontraba con tanta prisa, que tuve que agarrarme a la cruz para no caerme.
-¡Liah!- le grité. La agarré del brazo mientras me ponía cada vez más nerviosa, triste, y enfadada. Ni siquiera sabía cómo me sentía. Vi cómo se asustaba... lógico.
-¿Qu...que pasa? ¿A pasado algo con...?
-Viene por allí. ¡Viene por allí con ella, Liah! ¡Nosé que hacer ahora! ¡Veo por todos lados cosas sobre ellos que no debo ni quiero ver! ¿De verdad me olvido tan pronto? ¡¿Y DE VERDAD A MI ME LLAMARON LOCA?!- gritaba mientras lloraba al acordarme de esos momentos.
-Voy a matarle, Selene. Voy a MATARLE. Escuchame bien. - me agarró de la cara con la suficiente fuerza para acercame a ella.- No tiene idea de lo que esta haciendo. No tiene IDEA. Pero si que te admitiré... esto se me queda grande hasta a mí, y me pregunto lo mismo que tú. Ahora es cuando todo el mundo pone en duda todo el amor que decía sentir hacia tí y todas esas lágrimas que dijo que derramó... pero eso ahora no importa. Lo que importa, es que va a pagar esto que está haciendo, y muy caro.
Me soltó la cara, y dio un salto al aire para poder volar lo suficientemente alto como para averiguar dónde estaban Daron y...esa.


La miré desde abajo, impaciente por irme de allí. Sabía que cada vez estaban más cerca, y si los veía juntos sabía que definitivamente iba a morirme otra vez.
-No les veo, Selene. Creo que entonces puedes estar tranquila.
-No sabes como odio en lo que me he convertido... llévame a casa, Liah, quiero volver a ser la de antes...
-No digas eso, cielo. Mirame... el no sabe lo que está haciendo. Y sabes que se arrepentirá...
-Me voy a mi panteon. Quizás allí consiga morirme un rato y olvidarme de todo.
-Escapa, huye, vuela lejos... ya sabes dónde encontrarme.



Empezé entonces a caminar, atenta por si veía a Daron o a esa por alguna parte, aunque todo parecía tranquilo. Todo parecía tranquilo...
-¡EH! ¿A dónde vas?
-¡Da...Daron! ¿Qué quieres?
Me agarré a las tumbas que tenía a mi lado, sabía que las iba a necesitar.
-No lo sé... eh... ¿e...stas bien?
-¿COMO QUIERES QUE ESTE? Largo de aquí. Tienes a una Puta esperandote.
-Eh, eh, espera, tranquila.
-No voy a estar tranquila. Has vuelto para volver a llevarme por el mal camino. No puedo llorar más porque mi alma llora más, ¿sabes?
-Un momento, yo...
-Quisiera morirme, ¡PERO NO PUEDO MORIR! Que lógico me parece ahora todo, yo, una puta, una puta para este frío mundo, ¿cómo ibas a querer estar con alguien como yo?... Daron, perdóname. Tengo dos caras... una para el mundo... y otra para mí. Salvame, porfavor, no puedo llorar, mi alma lo hace más...
Vi que se acercó para quizás abrazarme o... no lo sé, pero respondí con un empujon. Se estanco en la tumba que tenía detrás y empezé a correr de nuevo. Pero fue inutil, pues pronto le tuve delante de mi cortandome el paso.
-Selene, escuchame...
-Porfavor, no más palabras. No más pensamientos de una cabeza como la tuya... No más elogios, no más NADA. Tan sólo dime que esta vez mi corazón va por bien camino... llévame a casa... - me salio como un suspiro, y estuve a punto de caer de rodillas.
-Escuchame, yo...
Aproveche que se despisto un segundo y salí corriendo. Corrí más rápido aún, y, aunque le escuchaba corres tras de mí, me metí por un pasillo de huesarios y me escondí ahí. No me alcanzo esa vez. Cuando estuve segura que no estaba cerca, salí de allí y me senté en la primera tumba que ví. Quería que el me hablara y yo poder hablarle a el, y decirle cuanto le quería... pero sabía que no servia de nada el quedarme parada mirandole cuando estaba con Ella. Era completamente inutil y profundamente doloroso. Quería abrazarle, y reirme con él, pero estaba empezando a entender que sólo podría ser si me lo imaginaba en mi cabeza, además ahi no estaría con ella y me querría sólo a mi. Todo esto hizo que los ojos se me humedecieran y terminara llorando nuevamente... ¿pero que iba a hacer si no? no tenía muchas opciones para poder sacar esa rabia que sentía por dentro. Llegó un momento en que se formaron charcos de lágrimas en las palmas de mis manos, y me dolían los ojos. La desesperación aumentaba por momentos. No sabía que debía hacer... si luchar por él, o dejarle ir asi como así. Y era algo que debía decidir yo sola, pues sabía que me dirían Lizia y Liah. Aun así, no creía que todo esto estuviera sucediendo, quizás fuera por eso que no sabía cómo actuar y era tan profundo el dolor, y que esperaba que él volviera.



Daron me vio allí sentada. Se iba acercando encondiendose tras las tumbas, pero pude oírle aún así. Giré el cuerpo hacia atrás le le ví, justo en frente de mi.
Mi cabeza empezó a recordar y pensar miles de cosas, y ninguna estaba en su lugar. Veía la cara de Daron entristecida, algo que me estaba afectando también.

"Estoy asustada. Estoy muy asustada. Siendo violada otra vez, y otra, y otra. Sé que moriré sola, pero amada. Vives el tiempo suficiente para encontrarte a ti misma gritando cada noche... el tiempo suficiente para ver que tus amigos te traicionan. Durante años he estado atada a este altar, ahora sólo tengo 3 minutos, y contando; sólo deseo que la marea me capturara primero y me diera la muerte que siempre esperé..."

Fue entonces cuando una grandisima rabia me recorrió el cuerpo de pies a cabeza. Noté cómo se me cambiaba la cara y mi cuerpo se impulsaba sólo hacia Daron para soltar sobre él, y... matarlo quizás. Pude ver cómo su cara cambia de tristeza a confusion y miedo, y noté que abrio la boca para hablar y me dijo algo, pero no le escuché. La rabía me salio y rompi de un puñetazo la cruz de la tumba que tenía a mi lado.
-¡SELENE!



Eso fue lo único que escuché. Luchaba con todas mis fuerzas para no dejar escapar la rabia... pero fue inútil. Me encontré saltando sobre Daron, agarrandole del cuello y gritandole. Daron se deshizo de mi de un empujon que logró estancarme en uno de los huesarios, y salio corriendo de mi lado. De un salto empezé a seguirle, y se convirtió en una persecusión mutua, en la que ibamos destrozando cada una de las tumbas que ibamos encontrando, bien porque las saltabamos, o bien porque nos estampabamos el uno a el otro contra ellas.
De una de estas, di un salto y subi las escaleras del templo tan rapido como pude, pero enseguida Daron estaba allí, y nuevamente se lanzó sobre mí. Me agarraba las manos para que no escapara, pero hize algo que el tan bien sabía hacer: le mordí.
Pude escapar tras sus gritos de dolor cuando se llevo las manos a la cara, pero tampoco me sirvio escalar las paredes, pues nuevamente consiguió acabar sobre mi sujetandome de un salto.
-Ahora si me vas a escuchar, Selene. Todo el mundo debe enterrar a los suyos, ¿lo sabes, verdad? y yo debo enterrarte a tí. Ahora yo estoy en casa, estoy agusto, estoy en el infierno...
-Y ahora me escucharas tu a mi. - le agarré de la cara con la mano que me dejó libre, obligandole a que me mirase y escuchase.- jamás olvidaré estos recuerdos de tus juegos de oscura pasión, realizados por tus amigos sin vergüenza, escupiendo en mi puto sepulcro mientras llegaban más y más. Te repiro cada una de las palabras que te dije antes... no puedo llorar porque mi alma llora más, y no puedo morir otra vez... soy una PUTA de este frío mundo, así que perdoname, pues ya sabes que tengo dos caras... ¡SUÉLTAME!



Se quito de encima de mí, quedandose sentado mientras lloraba. Me fui de allí corriendo, mientras pensaba: "No me llevarás por el mal camino de nuevo...", pero el me siguió nuevamente. Me giré bruscamente, y pude ver como continuaba llorando. Esto no iba a llegar a más... por lo menos, ese día.

-Hoy, es el día en que se acabo cada una de tus mentiras. Seguirás con ella, y a mi me dejarás y no me verás. No consentiré, aunque muera por que suceda, que vuelvas a hablarme teniendola a tu lado. No jugaras más conmigo... no mientras ella exista en tu vida. Quizás me encuentren verdaderamente muerta, pero no importará porque será el resultado de mi orgullo y no habré vuelto a tí. Todos me llamasteis loca y enferma, ¿que tanto lo soy ahora?

Me di media vuelta dispuesta a marcharme de allí y dejarle de una buena vez... pero algo dentro de mí, hizo que todo se volviera y perdiera el conocimiento.
"Salvame..."


Sólo se escuchaban los latidos de mi corazón desde el suelo, una y otra vez...
pero llegó un momento en que dejé de escucharlos y de sentir a Daron cerca de mí...



....