jueves, 19 de noviembre de 2009

1. Apareció en lo irreal


No es algo que haya ocurrido este mismo día. Desde ese día todo fue realmente irreal... al menos eso yo queria creer:

Estaba tan distraída con Lizia, que ni me di cuenta.
El empezó a aullar, y fueron los demas inmortales los que me avisaron de ello: Daron estaba en el suelo; se retorcía y cada vez aullaba más. Tan pronto supe y estaba a su lado.
Su pata... realmente estaba mal. Entonces llegó el miedo, ¿le estaría ocurriendo algo más?
Tan pronto me levanté de un salto ligero con él en mis manos; mis palabras de calma no causaban atencion alguna en él.


Desde ese día... todo se fue destrozando. Llegamos a pelear persiguendo el uno a el otro; él me gruñía, y yo le gritaba. Yo saltaba por encima de las tumbas hasta acabar sobre él, mientras gruñía más y más, mientras gemía de dolor cada vez más...

Y veía con mis propios ojos cómo todo se caía en pedazos. Caminaba, y me encontraba a mis pies trozos de recuerdos rotos... todo me recordaba tanto a él. No había brisa que me hiciera salir de mi trance, tampoco un suspiro conseguía hacer sentime mejor, las lágrimas eran inutiles, y todo era inutil...
Realmente, no pensaba que fuese a sentirme así. Pensé... que estaría todo igual que antes, a pesar de tanto mal, pero no era cierto.
No podía creerme NADA, pensaba que estaba dentro de mi sarcófago, soñando, y que era una pesadilla. No era la misma de antes... no podía subirme a los arboles más altos con apenas 4 saltos, no podía correr atravesando cada tumba y cada puerta del templo... ahora, me caía en apenas el primer salto y chocaba con las puertas hasta deslizarme y caer al suelo. Era en esos momentos cuando entonces podía verme la cara:era realmente duro de ver.

Y entonces... apareció... apareció ella.